Mis padres, mis hijos, mis hermanos, mi cara, mi cuerpo, mi mente, mi casa, mi coche, mi mujer, mi barriga, mi cabeza, mis orejas, mi mundo, mi ciudad, mis vecinos, mi comida, mis heces, mi ordenador, mi blog, mi trabajo, mi profesión, mi profesor.
Me pregunto que seria de nuestra mente si pudiésemos quitar de ella el adjetivo MI.
Creo que lo utilizamos demasiado y además indica una propiedad que no es tal.
Cuando decimos mi cuerpo quien lo dice, cuando decimos mi cerebro, mi mente, mis palabras, mis decepciones, mis alegrías, mis oportunidades.
¿De quien es mi cuerpo? mío, mío.
¿Y mi cabeza? mío, mío.
¿Y mi dinero? mío, mío.
Por decir mío hasta decimos mi Dios, mi ciudad, mi país.
Sin embargo hay en algunas cuestiones que dejamos de usar el mi y nos pasamos al nuestro: nuestro sistema solar, nuestro planeta tierra.
Es curioso que cuanto menos tenemos más usamos el adjetivo Mi; con lo bonito que que es el adjetivo determinativo el, la, los: Los padres, los hijos, la cara, el cuerpo, la mente, el coche, la mujer, la barriga, la cabeza, las orejas.
Tenemos la creencia de que todo pertenece a algo denominado Yo. Acaso alguien es dueño del propio cuerpo, es dueño de la mujer, de los padres o de los hijos. Acaso es dueño de las palabras y de la existencia.
Totalmente de acuerdo. Parece que nos sentimos más importantes con tantas posesiones, cuando la verdad es que por no tener, no tenemos ni la menor importancia.
ResponderEliminarUn saludo.
No somos ni dueños de nuestros actos.
ResponderEliminarBueno, en realidad por no tener, no tenemos nada y lo que en realidad sea nuestro puede sernos arrebatado en cuestión de segundos, hay gente que incluso se dedica a acumular "sus" bienes en la espera de que les acompañen a la muerte, xD.
ResponderEliminarSi no tuviésemos esa idea de la posesión estoy segura de que seríamos más felices al no preocuparnos tanto de lo nuestro y porque probablemente seríamos más generosos.
El afan de ser humano por acumular riqueza es insaciable. Mejor acumular felicidad.
ResponderEliminarno creo que lo importante este en si utilizar el adjetivo posesivo mi o los detarminantes definidos el la los las, sino que la diferencia se encuentra en la cultura del habla, es decir, alguien que hable siempre de sus posesiones y se vanaglorie de ellas, pues el mi está en todas partes y es una pesadilla. Por el contrario si lo utilizamos sabiamente y para compartir es mejor.
ResponderEliminarYo hablo siempre de mi mundo, pues es lo que significa para mí, donde vivo, como vivo y quiero compartirlo y transmitirlo, a veces soy un poco pesao también. Sin embargo, como posiciones no tengo nada y me alegro. Solo puedo decir mi hija, y simplemente porque participo de su crecimiento no porque su ser sea mío, y mis textos, cuentos, poemas, pues es de lo que más disfruto.
saludos
Excelente reflexión...
ResponderEliminarSalud
también se puede interpretar como cariño no como posesión. Un abrazo.
ResponderEliminar¡hola!
ResponderEliminarSomos individualistas y posesivos por naturaleza. Deseamos constantemente, ejercer el poderío sobre otros seres.
En los términos en que lo expresas, paradójicamente sería algo así como:
ResponderEliminar"Dime de que te jactas y te diré de que careces"
Saludos.
HUY ME SIENTO TOCADA ...
ResponderEliminarOR PONER MI MELENDI..MI LOUIS ...MI DANIEL CRAIG...BUENO NO LO HAGO POR QUERER APODERARME DE NADA NI NADIE..
PERO NO TENGA NDA QUE SEA MIO SOLO LO QUE SOY Y MIS COSAS SIMPLES
SON COISTAS TONTAS
QUIEN SERA DUEÑO DE LA EXISTENCIA DE CADA UNO NO LO SE GRAN PREGUNTA NEURIS!
BESINES!
Pienso exactamente como tú, tenemos tendencia a utilizar en demasía el MI, creemos que todo nos pertenece, así lo pasamos de mal cuando perdemos algo. Un beso
ResponderEliminarTambién el "mi" suele actuar afectivamente.
ResponderEliminarSaludos Amigo!
"¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.- Epicuro."
ResponderEliminarEse mi delante de casi todo, demuestra de que manera el ansia de posesión supera a cualquier otra, aunque no se hable de ella. Como tú muy bien dices, con ese mi nos afirmamos en lo que no es nuestro y en lo que no somos. Pero, paciencia porque algunas veces -aunque sea tarde- nos damos cuenta de nuestra soledad.
Saludos cordiales.
En el fondo somos todos unos EGOCENTRICOS.
ResponderEliminarCierto que somos en exceso posesivos,nos iría mejor ocupándonos más de "ser" que de tener,pero algunos usos de el "mí" indican,sobre todo,un cierto afecto.
ResponderEliminarUn saludo
Mi cabeza, es mía, me guste o no, y aunque a veces se me vaya, y a veces no me guste... pero lo que es, es... ^_^
ResponderEliminarLa reflexión es muy acertada. Pero... ¿Porquè no permitirnos soñar aunque más no sea momentaneamente?
ResponderEliminarBesos♥
Voy muy justa de tiempo estos días. Pero a desearte una linda semana
ResponderEliminarDesde pequeños nos educan en el terreno de la propiedad. El mundo se divide entre lo que es nuestro y lo que no lo es. Es lógico que nuestro (¿has visto? Ya lo he dicho: nuestro) subconsciente siga con esa distinción.
ResponderEliminarSalud.
Soy dueño de mis carencias.
ResponderEliminarInteresante reflexión, aunque no deja de ser cierto que la válidez de el punto que nos compartes va ligado a la connotación del "MI" que utilicemos. Ejemplo: MI Esposa, porque la siento parte de mi y la amo.. o MI Esposa, porque esta casada conmigo y aquí yo soy quien manda... Mis hijos, porque los adoro y me debo a ellos, o MIS hijos, porque aqui se me respeta... Pero si, también hay cabida para el exceso de egocentrismo que muchas veces nos agobia.
ResponderEliminarDesde Venezuela un gran Saludo y mis mejores deseos de Exitos.
:) Se me escapo el "Mis" ;)
ResponderEliminares mas comodo, es mas seguro.
ResponderEliminar;)
nos es, me es.
saludos.
otro pensador, aunque mucho más desarrollado que los que nos encontramos aquí.
ResponderEliminareste proyecto va partiendo (no el tuyo, si no el mío/nuestro)
hablo en plural porque somo más de uno claramente, pero no hemos alcanzado tal grado de reflección
talvez te guste algo de aquí
www.nomeimportasinoteparece.blogspot.com
Le has dado en el clavo
ResponderEliminarquerido amigo.
Yo, mi, me...
son los nombres
detrás de los cuales
el ego se esconde
para arruinar las vidas
Te bendigo
Isaac
Pues a ver ... ¿como te digo que a mí también me gustan más los artículos?
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, pero me gustaria saber ¿ quien hay detras deneurotransmisores?
ResponderEliminarGracias por la información, te seguiré a partir de ahora.
ResponderEliminarEs cierto, tu planificas tu vida y luego ella conduce el carro.
Un saludo
Si pudiera otro sentir mi dolor de muelas no me importaría quitarle el "mi" porque en ese momento no me siento parte infinitesimal de un todo por más que lo intente. Saludos, es un placer visitarte de nuevo.
ResponderEliminarMuy cierto, a veces no nos damos cuenta, pero hablamos de ciertas cosas que nos rodean como si fueran de nuestra posesión, quizás es un acto de defensa, o necesitamos saber que tenemos esas cosas para sentirnos seguros, o quizás mucha gente se cree que es el centro del universo y que todo gira a su alrrededor, y ahí es donde yo pienso, realmente son conscientes en ese mismo instante de todo lo que poseen???, es decir, mi tal, mi cual , mi este, pero a veces la gente está tan acostumbrada a tener todo eso, que se pierden y no valoran que muchos no tienen todas esas posesiones, y que deberían valorarlas más.
ResponderEliminarMe ha gustado este post, así que a partir de ahora me verás muy a menudo por aquí!
Un saludo.
Normalmente lo que uno posee le posee a uno también. Si tengo un coche, adquiero obligaciones hacia él (taller, impuestos,…), si tengo un piso, ahí tendré que pagar una hipoteca, amueblarlo,…, si tengo un trabajo, pues te puedes imaginar, y si tengo hijos, ya ni te cuento.
ResponderEliminarEs curioso que nos empeñemos en poseer y acumular cuando ya es difícil de por sí tenerse a uno mismo. O quizás sea precisamente por eso, quizás tratamos de poseer cosas ajenas porque no somos capaces de sentirnos bien con nosotros mismos, y tratamos de llenar con esas cosas los vacíos que no conseguimos o ni siquiera intentamos llenar solos.
Lo malo es que esa no es la solución, simplemente porque nada nos satisfará lo suficiente mientras no sepamos lo que realmente queremos y necesitamos. Y la respuesta no está afuera, en esas cosas externas, sino que está en nuestro interior.
Pienso como Miguel, que mis posesiones son mías y por eso no me queda mas remedio que usarlo que de hecho lo hago muy a menudo. Hay mucho en mi vida en lo que no cabria nuestros porque es mio.
ResponderEliminarUn saludo.
A ver, evidentemente no somos dueños de padres, hijos, pareja…nunca somos o al menos deberíamos ser dueños de las personas. Tampoco lo somos de nuestra existencia porque la dama de la guadaña acecha y ella es la única que tiene el poder. Ahora bien generalizar las palabras, delegar el mí por el de otros, a veces se convierte en una descarga de responsabilidad, por tanto irresponsabilidad. Es decir que yo al menos sí me hago responsable de mis acciones y palabras.
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